In my vegan kitchen

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Yema de huevo vegana, súper realista (con vídeo)

Una de las cosas que echaba de menos siendo vegana era poder tener una yema de huevo para comerla tal cual, ya sea para mojar pan o para ponerla por encima de una tostada, por ejemplo.

Pensé que no volvería a comer una yema pero hace poco me puse a experimentar y, no quiero parecer pretenciosa, pero he conseguido hacer una yema de huevo súper realista sin necesidad de usar gallinas.

Y sí, sabe a yema de huevo. Y no, no es magia, este sabor se consigue fácilmente con la sal kala namak. No puede ser cualquier sal negra, tiene que ser kala namak, es la única que sabe a huevo.

La receta para hacer estas yemas de huevo contiene un par de ingredientes “raros”, por así decirlo, el alginato de sodio y el cloruro de calcio, y son necesarios porque es lo que nos va a permitir hacer las esferificaciones y que las yemas tengan forma de yema. Son ingredientes totalmente seguros y se encuentran fácilmente en internet.

Ingredientes para ~12 yemas:

  • 40 ml de agua fría + 1,25 gr de alginato de sodio
  • 30 gr de mucílago de lino (= 4 cdas de lino remojadas en 120 ml de agua, una vez pasados unos 15 minutos cuelas el líquido, esto es el mucílago)
  • 80 ml de agua + 8 gr de maicena + colorante alimentario amarillo (y rojo (o líquido de remolacha) si tienes, le da un tono más realista)
  • 35 ml de leche de soja sin azúcar
  • 50 ml de agua
  • Sal kala namak al gusto (es una sal que sabe a huevo, no vale otra)
  • 500 ml de agua + 5 gr de cloruro de calcio

Instrucciones:

  1. En un recipiente mezcla el agua fría con el alginato de sodio hasta que se disuelva bien. Lo normal es que se formen burbujas y como no quedan bien al hacer las yemas, te recomiendo dejar reposar esta mezcla unas horas en la nevera hasta que desaparezcan. Si no te importa que haya alguna burbuja en tus yemas, puedes hacerlas directamente.
  2. En otro recipiente, mezcla el agua con la maicena y el colorante (usa también colorante rojo o líquido de remolacha para darle ese tono naranjita del huevo). Pasa esta mezcla a una sartén/olla a fuego medio, remueve constantemente hasta que la textura sea densa.
  3. Después pasa esta mezcla a un bol junto con los 50 ml de agua restantes de leche de soja, el mucílago (que habrás preparado antes) y la mezcla de alginato que tenías en la nevera. Mezcla hasta que la masa sea uniforme, si te ha quedado demasiado densa, puedes añadir un poquito de leche o agua. Añade la sal kala namak hasta conseguir el sabor a huevo a tu gusto.
  4. En un recipiente amplio, mezcla el agua con el cloruro de calcio hasta que este se disuelva. Y con una cuchara (mojada en esta mezcla), forma las yemas de una en una, ve soltando cada yema en este líquido y déjalas dentro hasta 1 minuto (mientras más las dejes, más gruesa será la “piel”, si te quedan muy gruesas, ve probando con menos tiempo). Si tienes un biberón de cocina, puedes formar las yemas soltando el líquido directamente dentro del agua.
  5. Pasado ese tiempo, saca las yemas y pásalas a un recipiente con agua durante unos segundos para que sellen. Después puedes sacarlas a un plato sin más.
  6. Consejo: para tener yemas siempre disponibles, lo que recomiendo es tener la mezcla ya hecha, que es lo que se tarda más, y formar las yemas en el momento que quieras comerlas.

También puedes ver la receta en vídeo: https://www.instagram.com/reel/DJWeNlFMNHt/