Hoy te demuestro que es posible hacer la típica New York Cheesecake sin necesidad de usar queso, pero con todo el sabor de la tarta tradicional. Esta cheesecake me encanta porque es súper fácil de hacer y tiene la ventaja de que no necesitas encender el horno.
Esta receta además es alta en proteínas porque vamos a usar tofu como ingrediente principal. Si lo que buscas es una textura muy fina, te recomiendo usar tofu sedoso, que encontrarás normalmente en tiendas asiáticas, grandes superficies, herbolarios y tiendas veganas. Si no tienes a mano tofu sedoso, esta cheesecake también se puede hacer con tofu normal, aunque evitaría usar tofu muy firme, es verdad que te aportará más proteínas pero la textura final no será tan fina. ¡Así que tú decides!
Yo muchas veces prefiero hacer mi propia mermelada pero puedes ahorrarte este paso y usar una comprada.
Ingredientes:
Base:
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100 gr de copos de avena
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40 gr de nueces
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2 dátiles medjool
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20 ml de aceite de coco
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20 ml de leche de soja
Relleno:
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300 gr de tofu (preferiblemente sedoso o normal)
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300 gr de yogur de soja
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1 cda de zumo de limón
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50 gr de azúcar blanco (es importante que sea blanco si quieres que el relleno sea completamente blanco, si esto te da igual, puedes usar el endulzante que prefieras)
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½ cda de maicena
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2 gr de agar agar
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½ cda de levadura nutricional (¡es lo que le dará el sabor a queso!)
Mermelada:
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150 gr de frutos rojos (congelados)
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30 ml de agua
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30 gr del endulzante de tu preferencia
Instrucciones:
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Empieza haciendo la base poniendo en un procesador de alimentos todos los ingredientes que te he dejado arriba. Tritura hasta que tenga una textura final y cuando aprietes con los dedos que se apelmace fácilmente.
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Pasa esta mezcla al molde, yo uso papel de cocina para el fondo y así poder despegar fácilmente. Aplasta bien en el fondo hasta que tenga una consistencia firme, deja que repose en la nevera.
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Ahora haz el relleno poniendo en el vaso de la batidora todos los ingredientes detallados arriba. Bate hasta que tenga una textura fina y homogénea, luego pasa esta mezcla a una olla y llévalo a ebullición a fuego medio removiendo constantemente. Una vez en ebullición que cueza durante cinco minutos, sin dejar de remover.
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Pasado este tiempo, vuelva la mezcla en el molde que tenías y deja que enfríe del todo.
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Mientras, puedes hacer la mermelada (o comprarla si quieres ahorrarte este paso). En una olla pon todos los ingredientes de la mermelada y cocina a fuego medio alto, lleva a ebullición y baja el fuego, deja cocinar hasta que reduzca, remueve de vez en cuando.
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Deja que la mermelada se enfríe del todo antes de ponerla por encima de la cheesecake. Ahora solo tienes que desmoldar con cuidado ¡y ya lo tienes!
También puedes ver la receta en vídeo: https://www.instagram.com/p/Cd3x_fDMWzI
